De las vidas posibles que podría tener o no
una implica río, manejar lanchas, prender fuego
a eso de las siete para que no nos coman
los mosquitos, los jejenes
y sentarnos en el muelle a ver pasar
los troncos, los patos
mientras pienso lejanamente
en las vidas posibles que podría tener o no
por ejemplo la que tiene que ver con trenzas
tan largas como la montaña que ocupamos
y tiene soundtrack de sapos
cada noche cuando descansamos
del día y estamos mirando las estrellas
que son tantas y no me dejan pensar
en las vidas posibles que podría tener o no.
Como la de crecer en la playa y ser de piel salada
tener un perro amigo con el pelo hecho rastas
de arena, de algas
y en invierno usar la ventana que da al mar
para mirar pasar las olas y pensar
en las vidas posibles que podría tener o no.
En el bosque.
En Nueva York.
En un desierto.
En Londres.
En el litoral.
Hay que ver siempre cómo
se escapa la luz del día
atrás de un edificio
de un puente, de un árbol
de aquella canoa y pensar
en mis vidas posibles:
las que podría tener
o no.
una implica río, manejar lanchas, prender fuego
a eso de las siete para que no nos coman
los mosquitos, los jejenes
y sentarnos en el muelle a ver pasar
los troncos, los patos
mientras pienso lejanamente
en las vidas posibles que podría tener o no
por ejemplo la que tiene que ver con trenzas
tan largas como la montaña que ocupamos
y tiene soundtrack de sapos
cada noche cuando descansamos
del día y estamos mirando las estrellas
que son tantas y no me dejan pensar
en las vidas posibles que podría tener o no.
Como la de crecer en la playa y ser de piel salada
tener un perro amigo con el pelo hecho rastas
de arena, de algas
y en invierno usar la ventana que da al mar
para mirar pasar las olas y pensar
en las vidas posibles que podría tener o no.
En el bosque.
En Nueva York.
En un desierto.
En Londres.
En el litoral.
Hay que ver siempre cómo
se escapa la luz del día
atrás de un edificio
de un puente, de un árbol
de aquella canoa y pensar
en mis vidas posibles:
las que podría tener
o no.