martes, 28 de noviembre de 2006

Algunas fobias que sí tengo, aunque no las padezco yo (pobres los otros)

*No me quedo tranquila si las puertas del ropero están abiertas
*Es impensable meterse en la cama con las medias puestas
*Siempre hay que cepillarse el pelo antes de bañarse
*La cartera, mochila o bolso, también debe combinar con la ropa interior
*El tomate para ensalada se corta en cubos, jamás en rodajas
*La ropa de cama no puede ser oscura ni de fibras sintéticas
*La cadena del baño se tira dos veces
*Por la calle, mi hijo tiene que caminar del lado de la pared
*Los jeans muy azules me dan pánico
*Si me falta el anillo de plata que me hizo mi hermana, mi anular izquierdo me tortura todo el día
*Es pecado usar jean con jean o corderoy con corderoy
*Que nadie toque las cosas que hay en mi escritorio
*Está prohibido sentarse sobre las sábanas con la ropa de calle
*Ah, sí, necesito hacer listas

domingo, 26 de noviembre de 2006

Algunas fobias que no padezco

*Soporto estoicamente el goteo de canillas
*Puedo apretar el tubo de la pasta de dientes desde el medio
*La luz natural y los pajaritos trinando a todo dar no me quitan el sueño y, menos aún, un velador prendido
*Me resulta posible hacer pis con gente mirando
*No necesito cerrar la puerta del baño en ninguna situación
*Soy capaz de comer mientras otro fuma
*Si los pelos que hay en la ducha son míos o de mi hijo, no me importa

viernes, 24 de noviembre de 2006

...y entonces le dije que “dale”, que si se ponía un poco las pilas con todo lo demás le aceptaba la tácita propuesta matrimonial. Y seguro fue el vino, ese tinto que le negué a muerte estar tomando mientras hacía un rulo con el cable del teléfono, el que me hizo aflojar ahí, justo con algo que sé que jamás haría. Y mientras le prometía más cosas que sabía iba a incumplir, le exigía lealtad y compromiso.

viernes, 17 de noviembre de 2006

Some like it hot

Depilarse o no, suspender esa cita o. Olvidarse del turno sacado para el media pierna, cavado y axila sin tiempo para ir a otro lado y dejar que sea lo que sea. Él usa jean con jean y eso no estimula pero, gauchito, sabe reírse de los principios fashion de la chica. No rankea para candidato, no tiene la edad adecuada ni la energía precisa para. Se va terminando el día y la opción se transforma en ir hasta la casa apeteciblemente vacía, libre de responsabilidades y, además de ver qué pinta para la noche, darse el pequeño lujo de, llegado el momento, dejar que el contestador haga su trabajo y sólo atender si el mensaje verdaderamente lo amerita.

viernes, 10 de noviembre de 2006

Mis hermanas

Una escribe poemas que hablan de tu, otra se hizo varios tatuajes dudosos y la tercera, la muy turra, es tan amorosa como violenta. Cuando nos juntamos a charlar, y fumamos miles de cigarros y tomamos cafecitos, ya no importan el dark, la cumbia, los amigos artísticos ni los libros leídos y las películas vistas. Está el humo, hay cacareo constante, se llena la terraza de risas grotescas y eso, por un rato, es más que suficiente.

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Sociedad (o lo que nunca podría escribir en Light Magazine)

“Súper absorbentes”, “me asombra lo finitos que son”, “ideales para el verano”. Julieta Ortega, Ana Paula Dutil y Guillermina Valdés, las jóvenes madrecitas del clan Palito, dan testimonio sobre un escenario y Horacio Cabak anima la fiestita. Miércoles, 18.30 PM, y yo atravieso la pantalla para aparecer fotomontada en una suerte de evangélica publicidad de Sprayette (pero de la High Society) a propósito del lanzamiento de unos pañales conchetos, inaccesibles, de esos que nunca le compré a mi hijo. Y mi hijo, que ya contiene orina pero me acompaña a lugares increíbles, tan rubio como el resto de los retoños recoletos allí presentes, hijos y/o nietos de personas pseudo famosas, se arranca los ojos con un pequeño juan cruz de doble apellido por un autito de plástico. Y gana. Una fila de cámaras y noteros de programas cholulos corren detrás de ¡Fernanda Iglesias! (a quien juro que la tele le SACA cinco kilos) y la oigo de lejos mechar un “petti” cada dos palabras. Entre los juguetes políticamente correctos, una cantante progre, animadoras símil nannys y mucamas con trajecitos que te ayudan casi hasta a respirar, me siento a escribir estas reflexiones y fantaseo con prender un nocivo, tremendamente poco acertado cigarro.


Post Scriptum: Cualquier cosa es mejor que pasar las horas en el edificio del horror, lo sé. Pero cualquiera, eh.

Post Scriptum 2: Susana Fontana, por cierto, guarda en su cara los restos de años y años de maquillaje barato. Tiene olor a canal 9 y, aunque se bañe o ponga cremas, yo podría jurar que esas cejas seguirán dibujadas a lápiz por los siglos de los siglos.