Yo tiré mi paraguas, lo dejé olvidado a propósito en ídem porque sé que la propiedad circular me encontrará con otro mejor.
Noté esta mañana, gracias a andar sin él, que la mayoría de los usuarios de paraguas no entienden que lo bueno de ellos es caminar bajo la lluvia y no por la porción con techos que amarretean las veredas. Se pierden de escuchar el pum pum desde abajo.
viernes, 12 de octubre de 2007
domingo, 7 de octubre de 2007
jueves, 4 de octubre de 2007
Oh la la: la Nouvelle Vague
THE PARADISE CINECLUB PRESENTA:
El 7 de octubre a las 21, puntual, en el Club de Trapecistas Estrella
del Centenario (Ferrari 252), Una chica tan decente como
yo (Une belle fille comme moi, François Truffaut, 1972). Entrada: $5.
La idea es ver en pantalla grande eso que nunca viste en pantalla
grande y además música a tono, comida deliciosa y buen rollo para que
domingo sea menos domingo.
Una comedia policial de 98 minutos. La sinopsis podría ser más o menos así: Stanislas Previne, un joven profesor de sociología, prepara una tesis acerca de la criminalidad femenina. Una de las mujeres elegidas para su estudio es Camile Bliss, acusada del asesinato de un técnico en desratización, entre otros pecados. Se conocen en la prisión, ella es un encanto, él cree en su inocencia y bueno, hay que ver qué pasa, ¿no?
El 7 de octubre a las 21, puntual, en el Club de Trapecistas Estrella
del Centenario (Ferrari 252), Una chica tan decente como
yo (Une belle fille comme moi, François Truffaut, 1972). Entrada: $5.
La idea es ver en pantalla grande eso que nunca viste en pantalla
grande y además música a tono, comida deliciosa y buen rollo para que
domingo sea menos domingo.
Una comedia policial de 98 minutos. La sinopsis podría ser más o menos así: Stanislas Previne, un joven profesor de sociología, prepara una tesis acerca de la criminalidad femenina. Una de las mujeres elegidas para su estudio es Camile Bliss, acusada del asesinato de un técnico en desratización, entre otros pecados. Se conocen en la prisión, ella es un encanto, él cree en su inocencia y bueno, hay que ver qué pasa, ¿no?
miércoles, 3 de octubre de 2007
Exorcizar el mal rollo con palabritas
Saber que tener plan A, B y C no garantiza nada y de todos modos tenerlos, para finalmente verlos fracasar y tomarse eso con humor, pero descubrir que humor es como un chongo histérico, que viene y va, y entonces decidir que lo mejor es preocuparse por otras cosas, como que la bombacha que elegí esta mañana es muy linda pero incómoda y autoimponerme pasarla al fondo del cajón para no volver a caer en la tentación de usarla; o dedicarle mi energía a pensar qué merienda me conviene más ahora, si café con leche o mate, si galletitas o tostadas y detenerme en eso, como un cuatro de espadas, así tranquila y con paciencia, para que las cosas pasen y no me toquen mientras yo descanso.
lunes, 1 de octubre de 2007
A favor de la lluvia
Y de caminar por la ciudad bajo mi paraguas, para después sentarme a escribir, mirando por la ventana, cómo caen las gotas sobre el pavimento, los perros que pasan, la gente que vuelve a su casa.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
A dos escritorios de distancia, sonido ambiente de teclas que tipean
Danixa says:
No quiero trabajar NUNCA MAS
Rodolfo says:
Tenemos que ganar el Loto y retirarnos. Para matar el vicio, publicamos un pasquín mensual sobre cine, crímenes y culos. Lo llamamos las TRES C
Rodolfo says:
Aparte podemos recomendar películas, el culo del día y el crimen más poético a juzgar por Thomas De Quincey, que respete la disposición de la luz y de las sombras, en cualquier callejón angosto y empedrado.
No quiero trabajar NUNCA MAS
Rodolfo says:
Tenemos que ganar el Loto y retirarnos. Para matar el vicio, publicamos un pasquín mensual sobre cine, crímenes y culos. Lo llamamos las TRES C
Rodolfo says:
Aparte podemos recomendar películas, el culo del día y el crimen más poético a juzgar por Thomas De Quincey, que respete la disposición de la luz y de las sombras, en cualquier callejón angosto y empedrado.
martes, 25 de septiembre de 2007
viernes, 21 de septiembre de 2007
jueves, 20 de septiembre de 2007
Él ya tiene cinco
Y dice que se siente "mucho mejor que cuando tenía sólo cuatro".
lunes, 17 de septiembre de 2007
Se lo digo en MAYÚSCULA, seleccionado en negrita: se lo dejo saber de un modo tan bold que casi tengo vergüenza, me autocastigo en silencio por la obviedad, pero siempre me frusto. Sus respuestas siguen siendo itálicas, "encomilladas", como encapsuladas *entre asteriscos*.
No sé, no sé. Creo que necesito borrar este formato de texto y me parece que preferiría algo más manuscrito, que mezcle un poco tutti, como salga, y si pinta cursiva está bien y si de pronto es una imprenta también. Y que se pueda usar lápiz, claro, pero también marcador negro, de los pilot con punta rotativa que me encantan tanto. ¿Entendés?
No sé, no sé. Creo que necesito borrar este formato de texto y me parece que preferiría algo más manuscrito, que mezcle un poco tutti, como salga, y si pinta cursiva está bien y si de pronto es una imprenta también. Y que se pueda usar lápiz, claro, pero también marcador negro, de los pilot con punta rotativa que me encantan tanto. ¿Entendés?
viernes, 14 de septiembre de 2007
Llego al chino de a la vuelta cerca de las nueve y veinticinco de la noche.
La cajera que no habla español quiere irse, quisiera irse, pero acepta, laboriosa, que entre a hacer mis compras. Siento que tendría que apurarme, aunque nadie me lo haga notar, así que me apuro. Escaneo las góndolas en busca del Grant’s, pero un cenicerito chino, tan mono, me llama la atención. Me tiento, lo agarro, no olvido buscar mi whisky y, después, corte directo a *yo parada en la caja, en fila mansa, lista para el clink que me saque de ahí*. Yo con mis dos productos, uno en cada mano.
Adelante hay una chica que lleva galletitas de sésamo, leche descremada y Mendicrim light: paga con débito, tarda en firmar el recibo, demora un siglo en meter su desayuno del día siguiente en la bolsa que gentilmente le ofrece la cajera que no habla español y siento que nunca me va a tocar a mí, que estoy parada ahí, con el perramus rojo tan chic, delante de ese hombre gordo con bigote de policía.
Ese hombre gordo con bigote de policía me clava sus ojos de topo en la nuca, tengo que mirarlo y entonces siento el Capri-Capri de mi vida. Abraza una botella de whisky. Él y yo. En esa fila mansa, lista para el clink que nos puede sacar de ahí, entiendo más a ese hombre gordo con bigote de policía que a la chica que lleva galletitas de sésamo, paga con débito y tarda en firmar el recibo. Lo comprendo absolutamente, aunque esté chocha con mi cenicerito oriental que compré de improviso.
Adelante hay una chica que lleva galletitas de sésamo, leche descremada y Mendicrim light: paga con débito, tarda en firmar el recibo, demora un siglo en meter su desayuno del día siguiente en la bolsa que gentilmente le ofrece la cajera que no habla español y siento que nunca me va a tocar a mí, que estoy parada ahí, con el perramus rojo tan chic, delante de ese hombre gordo con bigote de policía.
Ese hombre gordo con bigote de policía me clava sus ojos de topo en la nuca, tengo que mirarlo y entonces siento el Capri-Capri de mi vida. Abraza una botella de whisky. Él y yo. En esa fila mansa, lista para el clink que nos puede sacar de ahí, entiendo más a ese hombre gordo con bigote de policía que a la chica que lleva galletitas de sésamo, paga con débito y tarda en firmar el recibo. Lo comprendo absolutamente, aunque esté chocha con mi cenicerito oriental que compré de improviso.
martes, 11 de septiembre de 2007
Me hizo tanto daño
De pronto verlo a él, que en 1994 era un símbolo sexual, verlo a él ahora con esa panza apretando la camisa celeste clarita cerrada hasta el cuello, la barba de entonces pero sin bigote y oír su risa... su risa que era tan picante y misteriosa convertida en eso, en una especie de grito de mujer.
De pronto verlo a él ahí donde yo estuve y ya no voy a estar, verlo a él detenido, envejecido, verlo a él bajarme la vista, verlo a él que me intimidaba tanto, verlo él ponerse rosa por mi sonrisa sincera.
Es un drama verlo a él, es como una telenovela de la tarde verlo a él, es una broma imposible, un chiste de muy mal gusto verlo a él. El tiempo puede ser un enemigo tan cruel, retorcido, pienso, y verlo a él... Su seguridad esfumada, su grandeza achicada, su brillo aplastado y yo... Verlo a él.... Oh, yo... No. Yo, cuanto lo siento. Verlo a él. Así.
De pronto verlo a él ahí donde yo estuve y ya no voy a estar, verlo a él detenido, envejecido, verlo a él bajarme la vista, verlo a él que me intimidaba tanto, verlo él ponerse rosa por mi sonrisa sincera.
Es un drama verlo a él, es como una telenovela de la tarde verlo a él, es una broma imposible, un chiste de muy mal gusto verlo a él. El tiempo puede ser un enemigo tan cruel, retorcido, pienso, y verlo a él... Su seguridad esfumada, su grandeza achicada, su brillo aplastado y yo... Verlo a él.... Oh, yo... No. Yo, cuanto lo siento. Verlo a él. Así.
En todas las áreas
Déjà vu de lo horrible, angustia a lo desconocido, enojo porque no debería ser así, rollo, odio el rollo. Por momentos quisiera... hacerme chiquitita y desaparecer.
jueves, 6 de septiembre de 2007
Gregorio
Hoy mi abuelo cumpliría quichicientos años. Lo extraño al viejo cabrón. Pero me voy quedando con algunos de sus libros, leo sus subrayados y lo conozco un poco más. Me sorprende, me enorgullece.
domingo, 2 de septiembre de 2007
Lecturas
Me enamora que seas tan arial 11,
porque ya estoy harta de los courier new 12
y desconfío verdaderamente
de cualquier times new roman 10.
Tu voz en el office,
tus frases on word
me estremecen cursi,
estupida----->mente.
No puedo evitar el click,
palpita el mouse en el pad
y sigue-sigue, nunca acaba.
porque ya estoy harta de los courier new 12
y desconfío verdaderamente
de cualquier times new roman 10.
Tu voz en el office,
tus frases on word
me estremecen cursi,
estupida----->mente.
No puedo evitar el click,
palpita el mouse en el pad
y sigue-sigue, nunca acaba.
sábado, 1 de septiembre de 2007
Epitafio Twitt
A ver. Resulta que Fini me dice vía twitter que me pasa un meme: "Su epitafio en 140 caracteres y se lo pasa a quien quiera".
Ok. Me termino de enterar qué es un meme y, bien, acá voy:
"Aquí yace una danixa, cronista, rutera y pendenciera. Con dos datos y su guitarra armó mil notas y en pleno verano, siempre usó ojotas".
Y como no sirvo mucho para las cadenas, se lo paso a quien quiera hacerlo. Así, jipimente.
"Aquí yace quien ha pedaleado hasta la luna y hubiera llegado + lejos si no encontrara en su hogar su universo. Quiso ser Maga y fue Madre"
"Aqui yace Dario Gallo, periodista que murió una tarde de repente al leer el informe de un cronista que traía el adverbio finalmente"
Y sigue. Quedan todos invitados.
Ok. Me termino de enterar qué es un meme y, bien, acá voy:
"Aquí yace una danixa, cronista, rutera y pendenciera. Con dos datos y su guitarra armó mil notas y en pleno verano, siempre usó ojotas".
Y como no sirvo mucho para las cadenas, se lo paso a quien quiera hacerlo. Así, jipimente.
"Aquí yace quien ha pedaleado hasta la luna y hubiera llegado + lejos si no encontrara en su hogar su universo. Quiso ser Maga y fue Madre"
"Aqui yace Dario Gallo, periodista que murió una tarde de repente al leer el informe de un cronista que traía el adverbio finalmente"
Y sigue. Quedan todos invitados.
viernes, 31 de agosto de 2007
Ooooh, qué día tremendo tengo, me digo, pienso, advierto.
Una cosita más: la primavera me da alergia, sumado a que me cae mal la gente que se pone contenta por ella, pero eso no tiene que ver con mi mal rollo actual. Vamos, vamos finishela con el festejo por el sol y los pajaritos.
Sol que entra por la ventana, bar y veo:
una punta de tostado, el mordisco
tres dientes de nene clavados,
dibujados. Hay coca light sin tomar,
vasito de soda que trae de premio el cortado,
pocillo vacío, manchado,
sobre de azúcar sin usar, cerrado.
El calor atraviesa el vidrio; toca
mi brazo, el servilletero,
el coso amarillo con escarbadientes
y también el salero.
La mesa se mueve porque tiene
(como la cucaracha)
carencia de patas de atrás.
El nene rubio que es mío
mira abstraído las cosas.
Es mío, me digo, tiene mis cejas.
una punta de tostado, el mordisco
tres dientes de nene clavados,
dibujados. Hay coca light sin tomar,
vasito de soda que trae de premio el cortado,
pocillo vacío, manchado,
sobre de azúcar sin usar, cerrado.
El calor atraviesa el vidrio; toca
mi brazo, el servilletero,
el coso amarillo con escarbadientes
y también el salero.
La mesa se mueve porque tiene
(como la cucaracha)
carencia de patas de atrás.
El nene rubio que es mío
mira abstraído las cosas.
Es mío, me digo, tiene mis cejas.
jueves, 30 de agosto de 2007
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