viernes, 31 de agosto de 2007

Sol que entra por la ventana, bar y veo:
una punta de tostado, el mordisco
tres dientes de nene clavados,
dibujados. Hay coca light sin tomar,
vasito de soda que trae de premio el cortado,
pocillo vacío, manchado,
sobre de azúcar sin usar, cerrado.

El calor atraviesa el vidrio; toca
mi brazo, el servilletero,
el coso amarillo con escarbadientes
y también el salero.

La mesa se mueve porque tiene
(como la cucaracha)
carencia de patas de atrás.
El nene rubio que es mío
mira abstraído las cosas.
Es mío, me digo, tiene mis cejas.

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