lunes, 27 de agosto de 2007

Por momentos quisiera...

...ser una joven promesa, tan deliciosa que, al verme en el espejo, no pueda refrenar las ganas de guiñarme un ojo a mí misma, cómplice, porque yo sabría, como ningún otro ser viviente en el universo entero, lo bueno que es estar ahí dentro de ese cuerpecito divino.

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