Mostrando las entradas con la etiqueta Pesadillas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Pesadillas. Mostrar todas las entradas

lunes, 16 de julio de 2007

Pronóstico actual

Paranoia en leve ascenso, crisis hermitañas durante los próximos días y probable estabilidad temporal ante un frente de bebida espituosa, que podría llegar del Este.










Podrías ir llegando ya del Este, ¿no?

domingo, 15 de julio de 2007

Por momentos quisiera...

...que estuvieras al alcance de un sms, para mandarme la cagada del siglo alguna madrugada borracha al escribirte un mensajito que diga algo así como "dale, hacé ya mismo todo eso que dijiste".

jueves, 28 de junio de 2007

Ampliamos

Es que es tan fácil soltar así, todo un vendaval de sentimientos on line. Parece que cualquier ajeno de pronto es íntimo. Da una suerte de impunidad eso de poder decir, sabiendo que uno no está ahí, y a veces no se miden las cosas como deberían ser medidas. Y todo se sobredimensiona. O se dimensiona de otra manera, mejor dicho. ¿Por qué decirlo ahora, que sos un mail, y no haberlo dicho antes, que eras tangible? Sigue siendo real el que lee del otro lado, eso hay que tenerlo en cuenta. Es el mismo que antes de ser letritas en una ventana era una persona que estaba ahí, con la que uno tenía cierto cuidado. Y esa misma gente que mantiene las formas, de pronto un día tiene tu mail y se vuelve otra. A veces es lindo, muchas otras es peligroso.

jueves, 21 de junio de 2007

viernes, 20 de abril de 2007

Diagnóstico

-No puedo dejar de pensar, busco casualidades, tipeo su nombre en google, leo su blog más que mis libros, encuentro demasiadas coincideincias, colecciono sus fotos, siento empatía absoluta, hago caminos que no me llevan a ningún lado... Espero que esto se me pase, no entiendo qué me pasa.
-Usted, señorita, está obsesionada.

domingo, 11 de febrero de 2007

Ejercicio etílico

Agradezco tener el bendito vicio del tabaco, que me hace parar en ese kiosco con k y aunque se me mezclen los chongos al punto de llegar a dudar y crea que podría mantenerme con esas cosas que hace tiempo aprendí que no, y a pesar de que casi sienta que a esta altura del alcohol no tengo la tácita y hogareña capacidad de escribir, aún así sigo pensando lo que pienso y sintiendo lo que siento. ¿Cuánto faltaba para que vuelvas? Apurate, que así sola derrapo.