jueves, 28 de junio de 2007

Ampliamos

Es que es tan fácil soltar así, todo un vendaval de sentimientos on line. Parece que cualquier ajeno de pronto es íntimo. Da una suerte de impunidad eso de poder decir, sabiendo que uno no está ahí, y a veces no se miden las cosas como deberían ser medidas. Y todo se sobredimensiona. O se dimensiona de otra manera, mejor dicho. ¿Por qué decirlo ahora, que sos un mail, y no haberlo dicho antes, que eras tangible? Sigue siendo real el que lee del otro lado, eso hay que tenerlo en cuenta. Es el mismo que antes de ser letritas en una ventana era una persona que estaba ahí, con la que uno tenía cierto cuidado. Y esa misma gente que mantiene las formas, de pronto un día tiene tu mail y se vuelve otra. A veces es lindo, muchas otras es peligroso.

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