Ahora leemos terror como a los 16 porque la vida nos pide un cambio y los cambios a veces son volver a los inicios. Dormir inquieta repleta de imagenes ya no me pasa, pero leer absorta con un nudo en el estomago sigue pasando. Lo mejor del paso del tiempo, es su paso. Quisiera leer El que acecha en el umbral por primera vez y a la vez lo mejor es su relectura. Mi plan macabro es escribir una novela como Christine, pero locada en Villa Urquiza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario