lunes, 31 de enero de 2011

Por los costados del toldo transparente entran gotas

que nos salpican un poco los pies pero el nene
ve el contorno de un humano con cabeza
de rinoceronte que se forma con el agua
que cae
y después la palma agotado
en el sillón del patio duerme
con los ojos un poco abiertos
al lado suyo sus ojotas
que ya son mi talle.


1 comentario:

Lucas Fulgi dijo...

Ufff... surrealísiticamente brillante.