En el fondo del mar todos tenemos una chance. Un secreto. Un meteoro. Piedras del espacio que quedan en nuestros zapatos y tal vez... sólo tal vez podramos encontrar brillando en el seno de una familia tradicional Amish.
Y no lo digo por ellos. Lo digo por tí. Lo digo por nosotros. Por todos nosotros, si no queda claro.
Espero que sepas entender mi inquietud. Es un momento atípico y tenemos que estar juntos. En sintonía. Porque ya habrá tiempo para estar separados cuando empiece la guerra contra los invasores.
no te merezco, stonner. ni me alcanza con decirte "gracias que lindolo que decis, me siento tan de acuerdo" pero eso, te digo eso que es lo que hay. acá en el fondo del mar tenemos hambre, pero nadamos.
Sí me mereces, sí. Lo que uno merece no lo negocia. No lo considera una mercancía. Uno merece respeto y no lo negocia. Uno merece afecto y no lo negocia.
Los peces merecen atención pero no pueden negociarla. Los peces serán recordados cuando mueran y en ese momento serán inmortales.
Esto no lo digo para reconfortarte superficialmente, esto lo digo en base a las mismas convicciones que me han llevado a la guerra.
Los peces son el soldado desconocido en esta guerra de indiferencia, de hambre y de abandono.
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5 comentarios:
¿Qué estará pasando?
En el fondo del mar todos tenemos una chance. Un secreto. Un meteoro. Piedras del espacio que quedan en nuestros zapatos y tal vez... sólo tal vez podramos encontrar brillando en el seno de una familia tradicional Amish.
Y no lo digo por ellos. Lo digo por tí. Lo digo por nosotros. Por todos nosotros, si no queda claro.
Espero que sepas entender mi inquietud. Es un momento atípico y tenemos que estar juntos. En sintonía. Porque ya habrá tiempo para estar separados cuando empiece la guerra contra los invasores.
Nada más.
no te merezco, stonner.
ni me alcanza con decirte "gracias que lindolo que decis, me siento tan de acuerdo" pero eso, te digo eso que es lo que hay.
acá en el fondo del mar tenemos hambre, pero nadamos.
quede tarado haciendo nadar a los pescaditos.
Sí me mereces, sí. Lo que uno merece no lo negocia. No lo considera una mercancía. Uno merece respeto y no lo negocia. Uno merece afecto y no lo negocia.
Los peces merecen atención pero no pueden negociarla. Los peces serán recordados cuando mueran y en ese momento serán inmortales.
Esto no lo digo para reconfortarte superficialmente, esto lo digo en base a las mismas convicciones que me han llevado a la guerra.
Los peces son el soldado desconocido en esta guerra de indiferencia, de hambre y de abandono.
Sin más, me despido de tí.
Stonner, tus comentarios son como poemas.
Ojota, Varelita que hacer nadar a los de acá al costado es adictivo. Después tenés que ir de Betty Ford, eh.
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