viernes, 17 de julio de 2009

Día hermosssssssso

Soñás que él te visita de sorpresa una noche que ya tenías puesta la crema en la cara y tu peor pijama. Se te pasaba toda angustia al ver sus ojos con arrugas. Te veías linda en esa mirada. En el sueño, él además te mandaba un mail con un dibujito que no se podía abrir, estaba roto, y vos creías que eso era genial, así que salías corriendo a comprar leche para hacer un cortado, o cereales con leche, o algún postre royal para ofrendar. Volvías a tu casa pensando: "él, él mismo, nombre y apellido de él, ojos con arrugas que miran, rulos despeinados, brazos, falta una cuadra y él, él mismo, ojos con arrugas, rulos, me espera a mí y yo quiero ir". Te dura la sonrisa más de lo que debería, incluso aún está ahí cuando ya estás tomando el medio litro de café que metés en tu sistema al despertar. Es un poco tarde, pero le ganaste al mediodía. En la radio dicen que este invierno es "bastante benigno" y vos, con tu mañanita verde musgo de siempre, los escuchas con desinterés. Chequeás tu casilla de mail obsesiva y metódicamente. Trabajás. Te ponés la mano sobre la boca para pensar en algo. Mirás la pantalla, tus dedos en el teclado. Oís el tipi tapa. Hay tres mails nuevos que no son de él. Notás que te olvidaste de pintar el meñique izquierdo. Es la una y veintidós. Nueve uñas rojas. Prendés el primer cigarro del día. Desperezarse. Qué mareo.

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