domingo, 12 de abril de 2009

La paradoja

Dice el discípulo: “Maestro, me encuentro inmóvil porque sospecho muy bien de él en particular, pero a la vez sospecho mal de toda la humanidad, incluido él, porque él es parte de la humanidad. ¿Por cuál de estas dos intuiciones me debería dejar llevar para poder avanzar?”. Y el maestro responde: “Oh, pequeño saltamontes, busca una silla cómoda”.

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