esquivar turistas en bicicleta en la reserva ecológica, oler el protector solar de la fauna humana más que el aroma de la bella flora y después mirar el putrefacto horizonte en la costanera sur, rodeada de basura, gente gorda, fofa, muy musculosa, blanca teta, bronceada hasta el naranja mas obsceno, niños corriendo y madres que gritan "no, no toques eso".
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