jueves, 7 de febrero de 2008

Nueva paranoia para mi enorme colección de:

Estoy en lo de Inés, mi depiladora, toda embadurnada de cera caliente y entonces la llaman al celular. Ella atiende porque tenemos mucha confianza y le dicen que *WEREVER* (inserte acá algo dramático, tipo accidente del hijo o que se le quema la casa). Acto seguido sale corriendo, desesperada, y yo quedo en la camilla forrada de papel barato, pegoteada, en alguna postura impresentable, para siempre.

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