viernes, 1 de diciembre de 2006
Soñé que te morías
Estaba en tu velorio, que más bien se parecía a una barata fiesta de 15, con mesas largas, gente comiendo y shows en vivo. Jamás había sentido una tristeza semejante. Mientras me imaginaba la vida sabiendo que no ibas a estar, nunca más, como si fueras mi leonor-estaca, clavada tu ausencia en mi alma, y un millón de cuervos repitieran, y no uno, sino un millón, el constante "nunca más". Y no me animaba a mirar a nadie, por temor a sentirme en falta, para evitarme cruzar miradas con ella, que cantaba tan mal y a los gritos.
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