Esa voz quedó grabada en mi cabeza desde la infancia.
El pulpo negro fue un hitazo para mi: me compré uno (predecesor del miki moco) que lo tirabas y se deslizaba asquerosamente por la pared. Antes que Lovecraft, antes que toda la literatura fantástica que me apasiona... Estaba él.
Adiós Narciso, adiós.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario