Creo que hoy torcí el rumbo de la nave para mal. Es así, realmente no sé llevar con gracia que me vaya bien. Aún es reparable, aún queda la suerte de por medio y algún que otro movimiento político por hacer que puedan salvar esta inminente caída. Pero es como si hubiera dado un volantazo fuera de la ruta, directo a la barranca que baja. Pisé el freno lo antes posible, espero que el auto no se de vuelta y todo termine analizado por una suerte de CSI para descubrir qué pasó con la carrera de esa chica.
Tratando de volver a la ruta, lo mejor es callar un rato y tener paciencia.
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