Detrás de los carteles que no alcanzo a ver de qué propaganda son, esa escuela color rosa, el odioso edificio nuevo y algunos tanques de agua, supuestamente está el horizonte. O Barracas. O las dos cosas.
A veces, de noche, se ven fuegos artificiales. Muchos: un festival de luces de colores.
Y a la mañana muy temprano entra el sol y nos despierta.
Me gusta mi ventana azul.
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