jueves, 11 de diciembre de 2003

La espuma de los días

Inclinó levemente la cabeza y la besó entre la oreja y el hombro. Ella tembló, pero no retiró la cabeza.
Colin tampoco retiró sus labios.


De lo más triste, de lo más precioso, de lo más sugestivo. Qué libro sexy.

Colin corría por la calle.
-Será un hermoso casamiento... Es mañana, mañana por la mañana. Estarán todos mis amigos...
La calle lo llevaba a Chloé.

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