martes, 22 de julio de 2003

Alma de diamante

Ven a mí
con tu dulce luz,
alma de diamante.
Y aunque el sol
se nuble después
sos alma de diamante.

Cielo o piel,
silencio o verdad,
sos alma de diamante.
Por eso ven así con la humanidad,
alma de diamante.

Aunque tu corazón recircule,
siga de paso o venga,
pretenda volar con las manos,
sueñe despierto o duerma...
...o beba el elixir
de la eternidad.

Sos alma de diamante,
alma de diamante.

Bien aquí o en el más allá,
sos alma de diamante.
Y aunque este mismo sol
se nuble después,
sos alma de diamante,
alma de diamante.

(¿cachai?)

1 comentario:

Zetadice dijo...

Cacho.