lunes, 14 de mayo de 2007

Todo es personal

F.G. es uno de mis más viejos amigos, de esos que me conocieron en casi todas mis facetas; me vieron adolescente y desgarbada, enojada, deprimida, ausente, renovada. Es de esos que eran más grandes que yo cuando nos conocimos y me parecía inalcanzable, pero se dejó capturar re fácil; de esos que atrapé drogada, borracha, fumada, careta, amargada a lo largo de mil noches, tardes y mañanas entre Palermo, Saavedra, Villa Urquiza, Almagro. Yo, a él, le doné con todo mi afecto lo mejor de mi agenda y también me hice cargo de algunos muchachos de la suya (que ahora engrosarán mi serie de poemas titulada Ex novios). Yo, a él, le quiero tanto pero tanto que jamás se lo comento y pocas veces le hablo en serio. Es de esos que siempre entienden todo, que una los ve y sabe que saben. Rubio, muchacho cano, el antiguo novio de mis amigas, el amigo de mis antiguos novios, el cieguito que lo ve todo y, la puta que lo parió, terminó encontrando este blog.

Dice que me está leyendo, para ponerse al día, y que ya va por junio de 2004. Tuve que apurarme a hermosear las palabritas, pulir viejos vicios gramaticales y dejar el living reluciente para recibir al maldito demente. Sha está, podés pasar.

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