Mostrando las entradas con la etiqueta Pasadosueltamé. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Pasadosueltamé. Mostrar todas las entradas

jueves, 9 de octubre de 2003

Una vez...

...tipo a los 15, pero creo que es más exacto sería decir 14, fui a Gesell con mis amigos, de camping.

Una noche fuimos hasta el centro y todos querían ver a Fito Páez, que tocaba con Spinetta de invitado especial en un teatro: Gran dilema para mí, que amo al flaco tanto como aborrezco a Pito Fáez.

Obvio que me insistieron, éramos "un grupo" y era pecado capital tener autonomía de alguna clase. Fui. Encaré la puerta, me dejaron entrar gratis y me dispuse a bancar los berreos del rosarino. Mis amigos: felices. Yo: obviamente amargada.

Esperé a Luis Alberto más tiempo del que mi paciencia podía soportar. Entonces, después de una hora y pico de suplicio auditivo, "la cosa" anunció que iba a venir un "querido amigo suyo". Bien.

Sale el flaco a escena, con su guitarrita sin cabeza, esa cuadrada, colgada del cuello. Camina en silencio hasta la mitad del escenario, nos mira y se acerca al micrófono (gran expectativa de mi parte): "Ola, ola, ola, que iodo que tiene la ola", dijo.

Después miró a la derecha, un poco a la izquierda y decidió hacer un mutis por el foro. No volvió a salir.

Más tarde me emborraché para olvidar las penas. Menos mal que yo sólo tenía 15 años. O 14.

sábado, 13 de septiembre de 2003

Mi primer beso

El cronológicamente correcto... Fue nada. Un idiota del que ni recuerdo el nombre en un boliche. Lo único que queda en mi memoria es el pullover de pelo de conejo que yo tenía puesto (gris con una raya roja) y lo suave que se sentía en mi piel. De él... nada más que una sensación de ser succionada, babeada. Me fui desilusionada a casa esa tarde. Con un poco de asquito.

El verdadero primer beso... Fue todo. Un amor que empezó borracho y que perdura en el tiempo aunque yo lo quiera erradicar. Quedan en mi memoria miles de cosas: el olorcito a cáscara de naranja, el escalofrío en el cuello... Se me dibuja una sonrisa de sólo recordar esos experimentos besables: "si yo te beso a vos, en vez de vos a mí... ¿Por qué a los chicos les cuesta tanto dejarse meter la lengua?" Y él, que se dejaba, divertido, cualquier cosa que yo propusiera. GG: Mi primer todo.


estas tres chichis me hicieron recordar. Gracias y malditas sean.

viernes, 29 de agosto de 2003

Exijo una explicación

Johnny Depp tiene 40 años. Me acabo de desayunar.
Me acuerdo cuando fui al cine a ver Pesadilla en lo profundo de la noche, la primera película en la que participó. Y me acuerdo que me gustó el muchachito (un adolescente que terminaba licuado en el techo de su cuarto).
Me acuerdo que con mi hermana veíamos Escuadrón Especial, y nos caía bien el oficial Tom Hanson, su personaje, porque era el más guapo, el más intenso (un pibito).
Cuando estrenaron Edward Scissorhands, yo estaba en la secundaria. Con Cry Baby, me recibía. A la hora de Arizona Dream él afianzaba su carrera como actor exóticamente oscuro y yo, me perdía por Europa.
Johnny Depp tiene 40 años. Me acabo de desayunar.
¿Cómo es que alguien tan joven puede tener tantos años? ¿Eh?

jueves, 28 de agosto de 2003

Adolescencia

Me acuerdo de un ser que iba a la secundaria conmigo, que tenía la maldita costumbre de creer que TODO, cualquier cosa, era una tuquera.
Te colgabas un caracol al cuello, recuerdo de tus vacaciones, y venía el pibe, lo chupaba y decía: "Uh, ¿es una tuquera?"
Te comprabas una bic en la librería y el pibe, birome en boca, acotaba: "Uh, parece una tuquera".
Terminabas la latita de gaseosa, la caja de fósforos y, siempre llevando el objeto a sus labios: "Uh, que buena tuquera".

Yo lo odiaba, pero no por eso.

lunes, 25 de agosto de 2003

y

de los Angeles de Charlie, siempre elegía a Sabrina.

Sigue retro

Mis dos películas animadas favoritas eran Bernardo y Bianca y otra que no me acuerdo el nombre, que no era de Disney, que era sobre una chica que se llamaba María, tenía un perrito color azul, cantaban algo con el nombre de ella, escena en un bosque...

Mis golos eran los Jack y los Souchard verdes. Ah, y los medallones de menta.

Mi vestido más fino era uno de terciopelo violeta casi negro, con un cuello blanco bordado y mi preferido era otro, uno que me hizo mi abuela y tenía un delantalcito estampado con flores lilas.

Caminar hasta la escuela sobre el colchón de hojas muertas también estaba bueno.

domingo, 24 de agosto de 2003

a principios de los 80´s

mi mamá se parecía mucho a Caroline Ingalls y yo estaba loca perdida por Almanso Wilder.

cuando era chica

y fantaseaba con tener algún super poder, uno de los que más deseaba era tener la capacidad de estirarme como el hombre de goma, para poder apagar la luz del cuarto sin levantarme de la cama.

El reloj que detiene el tiempo, para copiar la prueba de matemática de Marina Romano justo antes de que se la de a la maestra y también para llevarme del kiosco todas las golos que quisiera.

Telepatía para asustar a mi hermana sin que mi mamá se de cuenta.

Y... Me traumaba mucho el tema del supuesto avión invisible de la mujer maravilla: si se la veía sentada manejando, no era invisible... ERA TRANSPARENTE y si era transparente, no era muy seguro para que vaya alguien a quien persiguen unos villanos.

sábado, 2 de agosto de 2003

cuando el rosa era mi color favorito

Fueron incontables las veces que vi Melody.
Ahora mismo, espiando por la ventana, descubro una mañana gris, lluviosa y fabril que me hace acordar a los suburbios de Londres...
Me encuentro pensando en Tracy Hyde y me pregunto qué será de su vida.
Ya odié el color rosa y me volvió a gustar. Ya fui grasa y me avergoncé de tener el soundtrack de Melody y ahora soy cool por haberlo atesorado.